La historia desconocida del Monitor Huáscar 130 años después
Por Mariano Gutierrez*
Salvo los sucesos de la guerra con Chile, en realidad nosotros los peruanos conocemos poco de la historia del Monitor Huáscar. Por eso, próximos a conmemorar 130 años de su captura, presentamos una fotografía muy poco conocida del monitor, la que muestra su estado luego del combate naval de Angamos. Si paseamos lentamente la mirada de proa a popa podemos reconocer los estragos de la tremenda violencia que tuvo que soportar antes de ser vencido por la superioridad numérica del entonces enemigo.
Cuántas toneladas de metralla y explosivos habrán sido arrojadas sobre esta nave que es el símbolo nacional de la entrega, el heroísmo y el valor de un puñado de hombres empeñados hasta el sacrificio en defender la honra de toda una nación. La fotografía fue tomada en Valparaíso pocos días después que la nave fuese remolcada allí por el Cochrane; cruel ironía del destino, pues esa misma bahía fue la que unos años antes nuestro Huáscar defendió fraternalmente frente a la amenaza de la Armada Española entre 1866 y 1868.
Tampoco se conoce la historia del uso que Chile le dio a nuestro monitor una vez reparado. El Huáscar fue utilizado en toda la campaña naval entre 1880 y 1883, y participó en los combates de Arica y Chorrillos, y en las correrías de Lynch en el norte peruano. Sin embargo, todos los camarotes del buque conservan los nombres de sus ocupantes originales: Aguirre, Ferré, Carbajal; es también una señal de respeto, y no de descuido, que en la fotografía se aprecia que la nave no exhibe el pabellón del sur. De más de una manera este es un homenaje de Chile a unos héroes que son los únicos dignos de ser recordados de esta manera. Y por supuesto la cabina del comandante lleva el nombre de GRAU, el único comandante digno de ser recordado como Capitán de un navío de esa estirpe.
Un pueblo capaz de engendrar esta casta de hombres excepcionales tiene necesariamente que ser una gran nación, y el Perú lo es a pesar de sus contradicciones. En tanto la patria sigue en el esfuerzo de encontrar su justo destino, el Huáscar permanece capturado esperando que algún día la reconciliación entre pueblos hermanos le permita volver a casa, o ser sepultado en el océano, pues tal era la voluntad de los Hombres de Grau.
Salvo los sucesos de la guerra con Chile, en realidad nosotros los peruanos conocemos poco de la historia del Monitor Huáscar. Por eso, próximos a conmemorar 130 años de su captura, presentamos una fotografía muy poco conocida del monitor, la que muestra su estado luego del combate naval de Angamos. Si paseamos lentamente la mirada de proa a popa podemos reconocer los estragos de la tremenda violencia que tuvo que soportar antes de ser vencido por la superioridad numérica del entonces enemigo.
Cuántas toneladas de metralla y explosivos habrán sido arrojadas sobre esta nave que es el símbolo nacional de la entrega, el heroísmo y el valor de un puñado de hombres empeñados hasta el sacrificio en defender la honra de toda una nación. La fotografía fue tomada en Valparaíso pocos días después que la nave fuese remolcada allí por el Cochrane; cruel ironía del destino, pues esa misma bahía fue la que unos años antes nuestro Huáscar defendió fraternalmente frente a la amenaza de la Armada Española entre 1866 y 1868.
Tampoco se conoce la historia del uso que Chile le dio a nuestro monitor una vez reparado. El Huáscar fue utilizado en toda la campaña naval entre 1880 y 1883, y participó en los combates de Arica y Chorrillos, y en las correrías de Lynch en el norte peruano. Sin embargo, todos los camarotes del buque conservan los nombres de sus ocupantes originales: Aguirre, Ferré, Carbajal; es también una señal de respeto, y no de descuido, que en la fotografía se aprecia que la nave no exhibe el pabellón del sur. De más de una manera este es un homenaje de Chile a unos héroes que son los únicos dignos de ser recordados de esta manera. Y por supuesto la cabina del comandante lleva el nombre de GRAU, el único comandante digno de ser recordado como Capitán de un navío de esa estirpe.
Un pueblo capaz de engendrar esta casta de hombres excepcionales tiene necesariamente que ser una gran nación, y el Perú lo es a pesar de sus contradicciones. En tanto la patria sigue en el esfuerzo de encontrar su justo destino, el Huáscar permanece capturado esperando que algún día la reconciliación entre pueblos hermanos le permita volver a casa, o ser sepultado en el océano, pues tal era la voluntad de los Hombres de Grau.
* Coautor del blog. Puedes acceder a la fotografía del Monitor «Huáscar», siguiendo el enlace: Monitor «Huáscar», 1879.
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