PROCLAMA DEL ALMIRANTE MIGUEL GRAU,
Comandante General de la Marina, 1877.
La civilización debe a la marina gran parte de su notable desarrollo; donde quiera que arribe un buque lleva un germen de progreso: las ciencias, las artes, el comercio, la industria, han sido esparcidos en el mundo por medio de la navegación, y por ella las naciones más separadas han estrechado sus relaciones y tienden al engrandecimiento común.
Una misión importante y trascendental está reservada a la marina de nuestras Repúblicas: el sostenimiento de su autonomía y de sus instituciones, cuando por principios y conveniencias aparezcan, en un caso dado formando una sola nación; cuando una marina respetable enarbolando el pabellón de la alianza haga prevalecer sus derechos, nada tendremos entonces que temer, nuestros actos serán juzgados con la justicia que debe reinar en el mundo de la civilización y habremos afianzado nuestro porvenir.
A la presente generación toca pues preparar el camino de la preponderancia americana.
Miguel Grau. Callao,
Noviembre 4 de 1877.