Doctrina Marítima:
experiencias que explican el fenómeno marítimo
Jean Jesu Doig Camino
“La
ciencia genuina, hasta donde alcanza su verdadera doctrina,
carece
de profundidad. La profundidad es cosa de la sabiduría.”
Edmund Husserl (1931)
Introducción
Abordar el tema de doctrina en general tiene
sus complicaciones, pues nos recuerda con precisión extrema la acepción
fundamentalista del término: exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina,
y por tanto promueve posiciones radicales, para algunos de rechazo por referencia
a la reeducación de personas en un contexto sin espacio a la pluralidad de
opiniones, y para otros de sentido positivo por ser fuente del conocimiento y
del derecho –por ser guía que influye pero no determina la vida de relación
humana–.
Esta última
connotación del término, que motiva desarrollar académicamente el presente
artículo en relación directa al ámbito marítimo, nos permite comprender y
definir doctrina en forma libre y abierta al pensamiento estratégico marítimo,
pues no admite reglas que obliguen –como normas pétreas de fe religiosa o de
reglamento castrense– sin el razonamiento previo, sino opiniones empeñadas en explicar
el fenómeno marítimo, entendido como toda manifestación de la realidad marítima
objeto de experiencia sensible y estudio.
El contenido del
artículo que se presenta tiene dos partes, una conceptual que pretende ubicar
al lector en el fondo y la forma de la disciplina de estudio e investigación
del fenómeno marítimo, y la parte final dedicada a la orgánica del equipo de
estudio, que recoge principios y valores que orientan como conformar grupos
empeñados en analizar corrientes de pensamiento y acumular experiencias.
Por último, sólo cabe
recordar durante la lectura del artículo, que la actitud libre al pensamiento y
abierta a la crítica nos ha permitido abordar el tema, revisando contenidos y desarrollando
planteamientos, así como contribuyendo a la docencia para la enseñanza-
aprendizaje del tema, con perseverancia y entusiasmo.
1. Generalidades
El Diccionario de la
Real Academia de la Lengua Española, define doctrina en tres acepciones útiles
a este ensayo, primero como enseñanza instructiva, luego como ciencia o
sabiduría y finalmente como opinión de uno o varios expertos acerca de una
materia; así mismo, define la palabra dogma como fundamento de todo sistema, ciencia,
doctrina o religión (RAE, 2013). Asociamos los conceptos de doctrina y dogma
por encontrar estrecha vinculación, esencialmente valorativa y de relativa vigencia
en el tiempo de la última respecto de la primera, sin embargo descartamos toda
connotación impositiva de ambos términos objetos de juicio crítico para nuestra
propia definición.
El término doctrina
marítima ha sido concebido como el conjunto de principios y su consecuente
teoría, que aplicada al medio marítimo, teniendo en cuenta sus características
y peculiaridades, generan métodos y procedimientos que facilitan comprender y
explicar las actividades destinadas a alcanzar una finalidad específica: la defensa
y el desarrollo marítimo. Este término lo ubicamos en una definición de
doctrina teórica, especulativa y racional, empeñada en explicar el comportamiento
empírico de las actividades marítimas con un enfoque multidisciplinario, según
las leyes de las llamadas ciencias de la libertad. (Kant, 1785)
La estrecha relación
entre el estudio de las corrientes de pensamiento estratégico en constante
evolución aplicadas al medio marítimo, y su enseñanza, nos motivan necesariamente
a cultivar la doctrina marítima como disciplina de estudio e investigación
científica —prioritariamente cualitativa— del conocimiento, que se centra en expresiones culturales y experiencias que
influyen y fundamentan las actividades marítimas, esto es, relacionadas al mar,
ríos y lagos navegables en el país.
Los principios y
valores supremos que vinculamos al desarrollo del concepto de doctrina marítima
que se expone, han sido tomados de la parte dogmática de la Constitución Política del Perú vigente, los
mismos que corresponden a justicia, dignidad, libertad, igualdad y diversidad
(CPP, 1993), y en cuanto al desarrollo orgánico que se propone son los valores prioritarios
al trabajo en equipo, como: experiencia, responsabilidad, solidaridad,
cooperación y tolerancia.
Abordar el desafío de
estudiar e investigar diversos aspectos de la realidad marítima perfeccionando
nuestro pensamiento estratégico (Bruce et al, 2000), tanto en visión retrospectiva
a través del estudio casuístico de la historia marítima como en visión prospectiva
por el proceso de planeamiento estratégico, ha sido el motivo central para
revisar esta propuesta (Doig, 2005), que vinculando hechos del pasado al
presente nos permitan proyectarnos al futuro con visión estratégica en el
ámbito marítimo.
2. Análisis y
relaciones conceptuales
Sistematización y
difusión
La experiencia y los
conocimientos doctrinarios acumulados en el país, así como el aporte de autores
extranjeros dedicados a estudios e investigaciones sobre aspectos de estrategia
y geopolítica marítima en la región en distintas épocas y en constante actualización,
constituyen valioso material de consulta y de enseñanza, cuya sistematización y
difusión debe contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de una concepción
estratégica marítima nacional así como al diseño propio de una política marítima
de Estado.
Expresiones del
fenómeno marítimo
El estudio del
fenómeno marítimo parte de la descripción de entidades y cosas de la realidad
presentes a la intuición intelectual, y es a través de la experiencia de tales expresiones
culturales en un contexto esencialmente social que se pretende captar la
esencia objetiva de la realidad marítima, objeto de estudio e investigación que
trasciende a la propia consciencia subjetiva. En síntesis, fenómeno es objeto
de la experiencia sensible (percepción) —manifestación presente a la
consciencia de un sujeto—, y realidad es objeto del fenómeno —entidades y cosas
presentes que trascienden la consciencia subjetiva. (Husserl, 1931)
Temática de la doctrina
marítima
Los diversos estudios
teóricos que persiguen explicar el comportamiento empírico de las actividades
marítimas en el país y en la región, agrupados por expresiones políticas,
económicas y culturales de un fenómeno contextualmente social vienen a constituir
la característica temática de la doctrina marítima, útil para la lectura y análisis
de sus estudios. Por expresiones culturales entendemos las manifestaciones colectivas
de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo económico,
político, artístico, científico, industrial, alcanzado en una época y en un contexto
social. De esta forma, la configuración básica para el estudio de la doctrina marítima
comprende dos partes, una teórica y otra orgánica.
Parte teórica de la
doctrina marítima
La parte teórica del
estudio de expresiones culturales y experiencias sensibles en el ámbito
marítimo es recipiente de la doctrina como fuente de conocimiento especulativo
y racional, que hace posible la interpretación y comprensión de principios y
normas que explican el fenómeno marítimo, tanto de hecho como de derecho
–público y privado–, a través de las actividades marítimas en el país y el
mundo.
Fuente del
conocimiento especulativo y racional
Por analogía, entendida
por aplicación de iguales consecuentes a antecedentes semejantes, encontramos
semejanza entre la doctrina jurídica como fuente del Derecho, esto es, como
procedimiento para la producción de normas que regulan la vida de relación
entre sujetos —individuales y colectivos— (Rubio, 1999), con la doctrina
marítima como fuente de conocimiento que explica el fenómeno marítimo, y de
razonamiento que permite obtener las mismas consecuencias en la disciplina de
estudio, esto es, en procedimiento para la producción de normas que regulan la
vida de relación entre las personas –naturales o jurídicas– en el ámbito marítimo.
Parte orgánica de la
doctrina marítima
El diseño de la parte
orgánica para el estudio de la doctrina marítima debe satisfacer el trabajo intelectual
organizado y valorativo en equipo de profesionales dedicados a la investigación
y desarrollo del pensamiento estratégico marítimo (Frieschknet, 1978), con la
finalidad de: (1) contribuir a la adopción de un lenguaje formalizado orientado
a preparar la enseñanza (propedéutica) de la doctrina marítima, (2)
perfeccionar el empleo del método (metodología) adecuado a sus procesos, y (3) definir
conceptos filosóficos (dogmática) que fundamentan la doctrina aplicada a las actividades
marítimas en relación directa con los intereses nacionales. El concepto de
intereses marítimos nacionales ha sido definido en función del pensamiento estratégico
aplicado como, relación de tensión entre instituciones estatales o privadas en
el ámbito marítimo, que aspiran a satisfacer necesidades mediante beneficios requeridos
(Doig, 2010).
Equipo
multidisciplinario
Por otro lado, el
diseño orgánico de un equipo de estudio en doctrina marítima debe responder a
la necesidad de atender requerimientos sobre metodología y sistematología de
procedimientos y procesos para estudios, investigaciones y procesos de planeamiento
estratégico en constante desarrollo —tanto al interior de la organización como
fuera de ella—, así como para guiar procesos y procedimientos de trabajos intelectuales
en forma permanente y continua, contribuyendo a la instrucción especializada y
a la investigación científica de diversas disciplinas de estudios estratégicos
y marítimos aplicando prioritariamente enfoques cualitativos. (Hernández et al,
2010)
El planeamiento
estratégico: público y privado
Así mismo, el
desarrollo de una doctrina marítima debe responder a la necesidad institucional
de sistematizar y explotar información, conocimientos y experiencia acumuladas
y la que se pudiera obtener o generar sobre principios y fundamentos de la
estrategia y la geopolítica marítima como disciplinas científicas de estudio, a
fin de contribuir a la instrucción, a la investigación y al proceso del
planeamiento estratégico marítimo institucional, tanto pública como privada.
(CEPLAN, 2005).
Síntesis del concepto
orgánico
La enseñanza de la
doctrina marítima como disciplina de estudio, el rigor del método de
investigación científica aplicado, así como el análisis de las nuevas
corrientes del pensamiento estratégico marítimo, tanto nacionales como
internacionales, deben ser aspectos esenciales de nuestro desarrollo profesional
y organizacional compartido en tres áreas de estudio: (1) Propedéutica,
dedicada a preparar la enseñanza de la doctrina marítima; (2) Metodológica,
empeñada en el desarrollo de procesos y procedimientos de estudio, planeamiento
e investigación, y (3) Dogmática, dedicada a profundizar y desarrollar
fundamentos de doctrina marítima.
Estructura orgánica de
la doctrina marítima
La estructura orgánica
para el estudio de la doctrina marítima, implica desarrollar grupos de análisis
y reflexión, enfocados en actividades vinculadas a los objetivos y funciones
contenidos en la concepción orgánica de la disciplina con visión de futuro, a
fin de contribuir a satisfacer intereses institucionales y nacionales. (Hofer,
1985)
3. Síntesis y
concepción orgánica
a. Concepto y alcances
Estudio e
investigación que describe, explica, sistematiza, critica, aporta opiniones y propone
soluciones en favor del conocimiento del fenómeno marítimo, contribuyendo a la
docencia, innovación y al planeamiento estratégico en al ámbito marítimo nacional
—público y privado—.
La finalidad de la
disciplina determina las funciones principales para estructurar el equipo de
estudio. Dado que los objetivos de tales propósitos son múltiples se deberán
priorizar a fin de establecer funciones específicas necesarias para cada grupo de
enfoque, tales como:
(1) Analizar la
enseñanza de los conceptos filosóficos y doctrinarios que fundamentan las
actividades marítimas, así como reflexionar sobre el lenguaje formalizado
empleado en relación con los estudios estratégico marítimos (MGP, 2001), (OEA,
1968) y (O’Loughlin, 2000), a fin de contribuir a describir, explicar, sistematizar,
criticar, aportar opiniones y proponer soluciones en temas de doctrina marítima.
(2) Analizar el método
aplicado a los procesos y procedimientos empleados en los estudios,
planeamientos e investigaciones estratégico marítimos, a fin de contribuir a describir,
explicar, sistematizar, criticar, aportar opiniones y proponer soluciones en temas
de doctrina marítima. (Hernández et al, 2010)
(3) Analizar la
problemática que vincula los principios y valores que fundamentan la doctrina
marítima con el pensamiento estratégico marítimo de la organización, a fin de
contribuir a describir, explicar, sistematizar, criticar, aportar opiniones y
proponer soluciones en temas de doctrina marítima. (CEEM, 2012)
b. Objetivos,
funciones y estructura
(1) Los objetivos
deducidos del concepto de doctrina marítima para operativizar el equipo de
estudio de doctrina marítima, son:
Doctrina y estrategia
marítima
Conocer y hacer
conocer el modo particular en el que la doctrina contribuye a la estrategia y a
la geopolítica marítima como fuente de conocimiento, a partir de las principales
funciones que le cabe cumplir en referencia a la estrategia nacional y mundial
como sistema.
Doctrina como
disciplina de estudio
Estudiar y comprender
la relación existente entre la doctrina como fuente de conocimiento y los
principios y fundamentos de la estrategia y de la geopolítica marítima como
disciplina de estudio.
Concientización de la
doctrina
Conocer y hacer conocer
la importancia de la doctrina en los sistemas pertenecientes al ámbito
marítimo, así como adquirir y promover el convencimiento de la necesidad de
trabajar permanentemente sobre ella.
Filosofía y política
en la doctrina
Percibir y difundir la
importancia que tiene el aporte de la filosofía y la política a través de la
doctrina a la teoría científica sobre la naturaleza de la estrategia y la geopolítica
marítima como sistemas.
(2) Las funciones
principales para el equipo de estudio de doctrina marítima han sido predeterminadas
con el propósito de articular la estructura de su organización, a fin de
alcanzar los objetivos deducidos del concepto de doctrina marítima, y son:
Definir principios y
fundamentos
Describir y mostrar
ordenadamente lo que en la doctrina nacional y extranjera puede estar
diseminado en publicaciones distintas y de diversas épocas, respecto de los principios
y fundamentos de la estrategia y de la geopolítica marítima.
Interpretar e integrar
conceptos analíticos
Explicar y hacer
comprensible lo que de los textos y contenidos de doctrina resulta de difícil
entendimiento, pues el significado de términos y conceptos utilizados sólo se
comprende luego del estudio de los principios y fundamentos de la estrategia y
de la geopolítica marítima.
Sistematizar términos
conceptuales
Organizar según sus
peculiaridades y características el proceso y el método requerido, de tal forma
que cada término y concepto tenga su lugar, su contexto y su interconexión con
otros elementos, principios o fundamentos de la estrategia y de la geopolítica
como sistemas integrados.
Criticar y aportar
opiniones
Mostrar deficiencias,
incoherencias y eventuales contradicciones de las formas y procedimientos
estratégicos utilizados, así como brindar posibles soluciones a los problemas
que se planteen, a través del riguroso juicio crítico de la situación estratégica
en el ámbito marítimo.
Conclusiones
a. Doctrina marítima
es disciplina de estudio e investigación científica preferentemente
cualitativa, empeñada en el análisis de experiencias sensibles y expresiones
culturales que explican el fenómeno marítimo, a fin de alcanzar la apreciación
objetiva de la realidad marítima.
b. Las partes
componentes de la organización del equipo de esta disciplina se deben articular
funcionalmente con su concepción orgánica y valores como elementos, así como
integrar sistémicamente con la misión de la organización como componentes del
organismo al que pertenecen como un todo, en la siguiente forma:
(1) Necesaria organización
del equipo de estudio en grupos de enfoque, a fin de orientar el esfuerzo total
en armonía con los principales objetivos institucionales, permitiendo
determinar grupos competentes en funciones específicas;
(2) Equipo
estructurado internamente en grupos, enfocados en temas puntuales y correspondientes
a cada función específica de la disciplina en tres áreas de análisis:
(1) Propedéutica, (2)
Metodología y (3) Dogmática.
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(DRAE). Consulta 20/2/2013.
Rubio, Marcial (1999).
El Sistema Jurídico., Lima: Fondo Editorial de la PUCP.
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